Recogemos las olivas, seleccionamos las mejores y las lavamos.
Se introducen en un bote con agua, sal, ajo, laurel, tomillo y hojas de carrasquilla para su conservación.
Se deja el bote en una despensa fresquita y se le va añadiendo agua al bote.
¡¡¡En febrero ya nos las podremos comer!!!
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